“¡Convertíos!” dice Jesús, cambiad las cabezas.
Por Liliana Mizrahi
¿Porqué los judíos no podemos celebrar el nacimiento de un judío tan importante para la humanidad como es Jesús? Yo la celebro.
La Navidad occidental celebra el nacimiento de un niño judío Jesús, hijo de madre judía María, criado por José, su padre judío, carpintero.
Fue circunciso a los 7 días, como manda la ley judía, el 1 de enero.
La circuncisión simboliza en el propio cuerpo, el pacto de Abraham con Dios para salvar a Isaac del sacrificio.
Hizo su Bar-Mitzvah a los 13 años.
Discutií con los grandes rabinos.
Jesús fue un judío de mucha inteligencia, de gran sensibilidad, profundo estudio y conocimiento de la Torah, lectura del Talmud. Hombre joven de enorme lucidez y coraje. Se enfrenta con poderosos rabinos y mercaderes.
Comienza a ver y mirar la realidad con otros ojos, esto es lo revolucionario.
Cambió su mentalidad en el contacto con la realidad material y espiritual del pueblo, los pobres, los enfermos, los castigados, las mujeres, los inválidos y los niños.
Comienza a enunciar paradigmas diferentes, por ejemplo: “que el sábado sea para el hombre y no el hombre para el sábado”
Era humano. Inauguró otros rumbos, otras ideas, otro amor.
En eso consiste su famoso ¡Convertíos!. Lo que quiere decir es: ¡Cambien las cabezas!. Empiecen a mirar desde otro lugar. Pensamiento siempre revolucionario.
A veces me cuesta entender a mis propios judíos.
Algunos parecen ofendidos, traicionados, no quieren ni oir hablar de la Navidad.
Se van a la cama temprano, con sus gorros de dormir hasta la nariz y las manos en las orejas.
Quizás ayude diferenciar a Jesús, de la Iglesia Católica Apostólica y Romana, que es otra cosa. La Iglesia, ésta que tenemos no es obra de Jesús, el no la creó ni lo formó como maestro, esa iglesia lo crucifica cuantas veces puede.
Jesús no dijo:”Dejad que los niños vengan a mí”, para abusarlos sexualmente.
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Este año como otros, he armado mi pesebrito ecuménico.
Adorné mi arbolito lleno de estrellas, cerezas rojas y golosinas rojas rellenas de algodón.
Puse la Janukia, el candelabro de las 9 velas, que los judíos estamos encendiendo esta semana porque es la fiesta de las luces. Hermosa fiesta Janukáque antecede a Navidad que también es una fiesta de luces.
El pesebre está al lado de la Januka, es un pesebre peruano que lo apoyé sobre piedras que traje de Jujuy, de Colombia, de Guatemala, de Grecia.
Me parece que las divisiones no sirven, salvo para controlar.
Me parece que se trata de unir. El amor une. El amor es unitivo.
Mis deseos para estas fiestas son:
Afianzar la paz interior.
Contribuir al bienestar general.
Felices fiestas para todos. Juntos.