25
de noviembre
Un
mundo desbordado de violencia
por Liliana Mizrahi
En un mundo desbordado de violencia y
especulación financiera, en todos los órdenes, donde lo que menos importa es el
prójimo, el otro, esté donde esté.
En este mundo violento y cruel se
inscribe con fuerza, la mayor violencia contra la mujer: El femicidio.
Las mujeres podemos ser quemadas en
hogueras, envueltas en mantas en llamas, rociadas con nafta, apedreadas,
enterradas hasta la cabeza, aisladas y recluídas, acusadas injustamente,
impedidas de elegir sus maternidades, expuestas a la mala práctica médica,
clandestinas, refugiadas, acusadas, estigmatizadas, infibuladas,
clitoridectomizadas, expuestas al abuso sexual impune, violadas, embarazadas,
vendidas y compradas por la trata, robadas, prostituidas, perseguidas por el
abuso moral, emocional y psicológico.
Las mujeres parecemos seres ideales para
cargar sobre nuestras cabezas y hombros todas las culpas posibles en relación a
los hijos y al resto de la humanidad. Embarazadas de hijos no deseados. Acusadas.
Penalizadas, atacadas, amenazadas. Asesinadas.
La culpa es junto con el miedo
los dos grandes métodos para paralizar y controlar al otro. La culpa y el miedo
confunden, alteran la realidad, invaden la subjetividad, desorientan, nos hacen
perder lucidez. Esto que digo que sucede, es lo que se busca que suceda y para
eso se instrumenta.
En ese contexto de violencia universal se
inscribe el femicidio, el punto máximo y sin retorno de la violencia de género.
Saber defenderse
Las niñas, las jóvenes y las mujeres
deben saber defenderse, corporal, mental, y emocionalmente.
1)Sugiero integrar en la educación de las
niñas, como en la de los niños, la importancia de la materia “saber defenderse”, no para agredir ni
atacar, pero sí! para defenderse porque es sano saber defenderse cuando
uno/a es atacado. Debemos enseñar a nuestras niñas/os que defenderse es bueno,
es sano, es mejor.
2)Incluir como obligatorias en el jardín,
en la escuela primaria y en la secundaria materias de Autodefensa teórica y práctica en lo personal, emocional, psicológico.
3)Entrenar a las niñas para que
desarrollen su fuerza muscular, su agilidad, su capacidad para caer y
levantarse. Niñas fuertes: mujeres fuertes y seguras.
Difícilmente una mujer fuerte acepte y se quede en una
relación violenta.
Una niña fuerte estará mejor preparada
para cualquier abuso dentro o fuera de su casa o familia. Una joven fuerte
sabrá encarar a un violador, hablarle, intentarlo.
Una niña fuerte debe estar informada de
cómo actúan los abusadores, conocer sus conductas poder pre-verlas y
reconocerlas. Saber también que puede pasar en la propia familia. Que muchos
padres varones lo intentan, lo hacen, lo ocultan. Amenazan y asustan. Estar
preparada es saber cómo actúan, conocer la modalidad, estar informada, tener
recursos para enfrentar la realidad.
Una nueva mujer, otra mentalidad.
Estas actividades corporales de defensa
personal influyen en la construcción de un sujeto social: mujer. La
subjetividad de una nueva mujer, más fuerte, menos dependiente de la fuerza
física del otro que la salvará. Con más confianza en sí misma. Transgrediendo
la tradicional imagen de la mujer pasiva, vulnerable y desvalida. Más segura de
sí misma.
Hablo de un mujer mejor plantada en la
realidad, en la vida, en la lógica cotidiana.
A esa construcción subjetiva se integra
también la vivencia de orgullo y coraje por ganar fuerza física, prepararse en
técnicas concretas de autodefensa y aprender también la práctica de su
filosofía de no-violencia. Prepararse es un modo de anticipar algo que quizás
no pase nunca, o sí. Mujer prevenida vale por dos.
La violencia nuestra de cada día
Vivimos en un mundo de diaria violencia,
violencia de todos los colores, pero las mujeres seguimos siendo el blanco de
la violencia doméstica. Seguimos siendo las mismas niñas, desposeídas de
conocimientos de lucha, completamente desvalidas y a merced del que perciba
nuestra vulnerabilidad y venga, en nuestra ayuda, o en nuestro abuso o
violación.
Autodefensa y conciencia
Todo el proceso de aprendizaje de
técnicas de autodefensa personal va acompañado espontáneamente de una
conciencia más profunda y verdadera de lo que la violencia contra la mujer es y
significa. El aprendizaje de técnicas de autodefensa personal se acompaña de
una visión más profunda y amplia de lo que la violencia entre los seres humanos
es.
Vivimos en un país donde todavía no se
legalizó el aborto. Eso es violencia de género. ¿qué hacer? Acumular
misoprostol para todas y seguir en la lucha.
Las mujeres ganamos menos sueldo que los
varones, por el mismo trabajo. Eso es violencia. ¿qué hacer? Levantar la voz.
Denunciar, informar, decir. Protestar.
patriarcado
La violencia en contra de la mujer es un
producto-resultado del patriarcado. Somos una fabricación patriarcal que nos
necesita pasivas, ingenuas, débiles, infantiles para poder someternos, dominarnos y jibarizarnos.
La violencia en contra de la mujer es
producto del machismo y la misoginia de varones y mujeres. Hay mujeres que
odian, traicionan, tratan de hacer fracasar a otras mujeres. Mujeres machistas.
Mujeres misóginas. Mujeres patriarcales.
Mujeres fuertes y mujeres nuevas.
Liliana
Mizrahi. Noviembre de 2012.