Columna

La tragedia de Romina Tejerina

Visitar mi blog

Por Liliana Mizrahi (*)

 

"Estoy arrepentida sí, pero no puedo hablar con nadie de lo que me pasó, sólo con mi psicóloga, ni con mi familia ni con mis amigas.

Me da mucha ilusión recuperar la libertad y volver a estudiar, quiero terminar la secundaria para entrar a la universidad y estudiar abogacía. Me llamaron de todo el país y yo no puedo hablar de lo que pasó, pero lo que sí digo es que el violador es el que debería estar preso. Ahora tengo miedo de volver a mi pueblo porque él está libre. Lo que viví es muy doloroso y estará siempre presente.

Espero que me comprendan y se den cuenta de lo terrible que es pasar por lo que pasé.".

Podemos entender la tragedia de Romina también desde la literatura universal y los mitos.

En la tragedia griega de Eurípides, Medea mata a sus hijos en un intento de deshacerse de la vergüenza y la rabia que siente a partir del humillante rechazo y abandono de su esposo Jasón.

El sentimiento de rabia por la injusticia, la vergüenza que invade el mundo que nos rodea, la impotencia ante la arbitraria realidad, la desesperación se instalan como una densa niebla que oscurece todo. Perdemos lucidez, perdemos sensibilidad, inteligencia y control. La oscuridad termina imponiéndose.

Como la mala hierba, la bronca y la culpa (culpa por esa misma bronca), son emociones invasivas que debilitan el yo hasta neutralizarlo y de ese modo perdemos autodominio, perdemos el gobierno de nosotras mismas.

La invasión de la oscuridad emocional se adueña de nuestra interioridad y se filtra en toda nuestra vida.

La rabia, el odio, la impotencia ante la impunidad son sentimientos que destruyen y nos autodestruyen, lo estropean todo.

La cualidad invasiva de estas emociones sugiere sus orígenes en la familia. Estamos entrampados, hipotecados. Lo peor de todo es la imposibilidad de escapar del encierro salvo en el encuentro con un otro compasivo y sensible que nos ayude a pensar, a entender la totalidad de lo que sucede y a comprender qué nos está pasando. Necesitamos salir.

Esto no le sucedió a Romina, no hubo otro/a que la contuviera a tiempo.

Es insoportable que nos vuelvan a llevar hacia la verguenza. Hemos caído en una trampa.

En otra tragedia griega Sófocles dice en "Ajax" dice:

(Refiriéndose a Ajax que acaba de consumar una terrible matanza): "Se siente muy desdichado, es cosa muy dolorosa ver ahí tu propio problema y saber que tú mismo y ninguna otra persona lo ha ocasionado."

Esto lo podemos de decir de Romina, ella ahora ve su tragedia y es lúcida con respecto a su experiencia.

Transcribo algunos párrafos de Ajax de Sófocles que nos pueden ayudar a comprender la condición humana, desde siempre, y la tragedia de Romina hoy.

"Esta es una historia que aterroriza mucho. No hay escape de esas manos tan enojadas y maldecía con una violencia tremenda y palabras no humanas."

Yo imagino así el enloquecido descontrol de Romina

"Un solo día tira abajo una vida.¿dónde están los que poseen buen sentido, autodominio y capacidad de desdén a la injusticia".

¿No se derrumbó la vida de esta joven en menos de un día?

"Le dejaré ver su locura. Alguien empujó sus redes fatales. Él (Ajas) era un hombre justo antes ¿no es cierto? Ahora es este hombre debajo de ese yugo pesado que es su locura catastrófica".

Nosotras vimos la locura de esta adolescente de 17 años, yo también creo que la indujeron, la empujaron, ella antes era una buena chica, ahora es una asesina aplastada por una crisis de locura.

"La venganza por el insulto. El penoso pesar de una reputación deshonrada.

La locura de ayer agarró a nuestro Ajax glorioso y usted oirá hablar de un sufrir tan áspero como la muerte".

"Ahora él está sano otra vez, pero en nuevas agonías para mirar el sufrimiento infligido a sí mismo

...cuando él seguía tan enfermo tenía fantasías salvajes, pero ahora él puede ver y entender la extremidad de esta pena tan amarga. Esto no es un solo dolor. Todos estamos implicados en esto.

Las palabras de los amigos pueden ayudar a un hombre como él.

Los abusos destruyen, siempre destruyen"

*¿Somos capaces de detenernos y darnos cuenta del horror que vivió y con el que convivió esta jovencita de un pueblo infernal?

*¿somos capaces de ponernos en su lugar?

Dice Romina :

"En San Pedro tuvimos que enfrentar al poder político y al poder judicial, porque todo funciona a favor de los que tienen dinero. Pasé mucha vergüenza."

La vergüenza y la humillación infectan nuestras vidas. En la vergüenza sentimos que estamos desnudos y a la vista de todos, somos deficientes en comparación con otros/ as, fallamos ante los otros y ante nosotras mismas. Estamos expuestos al escrutinio crítico (que hace el otro) de nuestra desesperada condición humana.

La locura se va gestando en procesos subterráneos, irrumpe e interrumpe la continuidad, cohesión y coherencia de la personalidad. Corremos el riesgo de rompernos psicológicamente, fragmentarnos, o bien disociarnos profundamente, desorganizarnos, despersonalizarnos (perder la noción de quienes somos), desrealizarnos (perder la noción de la realidad, de lo que pasa y de lo que hacemos). Las defensas psicológicas que nos protegen se neutralizan y desaparecen con el sufrimiento psíquico que es muy grande. Estamos disponibles para un ataque de pánico, un brote catastrófico de violencia, la pérdida del autodominio y del control sobre nuestras conductas y nuestros pensamientos.

Retorna lo reprimido en los procesos subterráneos que pueden tener su origen en nuestros primeros tiempos de vida. La violencia, muchas veces es inducida y potenciada por otro que la actúa porque es enloquecido sutilmente e inducido a actuar.

Nuestro sistema emocional, nuestra vulnerabilidad como seres humanos es muy profundo, difícil y complejo y desde ese mismo sistema emocional se regulan los vínculos sociales.

Yo personalmente le creo, no creo que la esencia de Romina como persona sea la de una asesina. No me olvido que (en ese momento) se trataba de una adolescente de 17 años, violada y abusada emocionalmente, en un pueblo infernal y sin salida.

Creo que en estos años de cárcel creció de golpe.

Muchas personas se colocan en un lugar de supuesta superioridad, hablan y enjuician al otro sin compasión, sin registrar su dolor, sin poder ponerse en el lugar del otro. No ven la totalidad de la realidad, no incluyen en su lectura variables familiares, sociales, culturales, religiosas, geográficas, legales, históricas y otras que permitan entender la complejidad de la conducta y de los actos humanos. Los seres humanos no somos fáciles ni simples, somos complejos y complicados. Nuestra vida en este mundo, nuestra realidad es azarosa y llena de misterios y secretos difíciles de dilucidar. ¿Desde dónde juzgan?

(carta abierta a Romina Tejerina)

Hola Romina

Yo deseo que recuperes tu libertad, que sea condicional y asistida para que estés protegida y cuidada, deseo que te puedas ir de ese pueblo infernal y puedas continuar tu asistencia psicológica que tiene que durar muchos años o toda la vida. Deseo que termines tus estudios como vos querés, y que pudieras estudiar abogacía porque podrías desde tu terrible experiencia ayudar a muchas mujeres. Perdonate, y pedile perdón a tu hija. Esta historia de terror nunca te la vas a olvidar. Es una experiencia que tiene una dimensión traumática muy difícil de elaborar. El tema, también, es lo que vos podés hacer con esa historia.¿en qué vas a transformar ese dolor y ese horror?.

Yo te deseo la libertad para que sigas creciendo y te puedas dar a luz, te puedas parir a vos misma como una mujer madura y de bien, capaz de comprender a otras mujeres violadas, abusadas, mujeres asesinadas por una sociedad que las aborta, marginadas del sistema y carentes de leyes humanas y protectoras, mujeres perseguidas por la condena fácil, asesinadas real y simbólicamente, enterradas vivas en la ignorancia y la falta de educación.

Romina la impunidad lleva siempre a la inseguridad de la mano, es bueno saberlo. Cariños para vos y suerte. LM

 

 

Noviembre 2006

 

 

 


Ver mi libro de visitas y dejar comentario


Enviar correo a Liliana Mizrahi

Volver a Mujeres Sin Fronteras

Volver a la Pagina de Liliana Mizrahi