Diario Uno

Viernes 24 de Junio de 2011

MUJER

Viernes, 24 de junio de 2011

Un análisis sobre el aborto, la pedofilia y el abuso

El libro Mujeres Libres y Crímenes Sociales, de acceso libre y gratuito en internet, aborda estas temáticas desde un punto de vista más bien cercano. Con testimonios reales y comparaciones históricas, Liliana Mizrahi expone su trabajo que ella misma define como “contra la hipocresía y la doble moral

Loreley Duré, Diario UNO, Santa Fe


La psicóloga, poeta y ensayista, autora de, entre otros libros, Mujeres en Plena Revuelta y La Mujer Transgresora, Liliana Mizrahi, editó un nueva publicación: Mujeres Libres y Crímenes Sociales, La Penalización del Aborto y la aceptación del abuso. El texto aborda temas como la despenalización del aborto, la pedofilia en la Iglesia, la violación en familia y su relación con la mujer.

En diálogo con Diario UNO, Mizrahi explicó cómo surgió la idea de plasmar el libro, el porqué de su publicación gratuita en internet y cuáles son los parámetros que tuvo en cuenta para plantear los temas.

—¿Cómo surge la elección de los temas que se plasmaron en el libro (despenalización del aborto, pedofilia en la Iglesia y violación en familia)?

—El tema de la despenalización del aborto es para mí un tema de militancia feminista y creo que el derecho a elegir nuestras maternidades es algo que defiendo con mucha fuerza y convicción. En ese contexto, entiendo que la Iglesia Católica tiene muchas responsabilidad porque es quien ejerce una importante fuerza en contra de la libertad de decisión de la mujer a la que también le niega su educación sexual, que serviría de prevención para embarazos no deseados. Respecto de la pedofilia, creo que la Iglesia debería estar en penitencia y revisando estos hechos mundiales de abuso infantil y del daño que hacen sus curas pedófilos en esos niños. Por otro lado, tanto el aborto como la pedofilia o la violación en familia son crímenes sociales de los que hay que hablar y saber más para estar atentos a estos hechos que comparten la clandestinidad, el secreto, el escondite, la represión, la culpa, la victimización. Son crímenes que padecen chicos y mujeres, donde está presente la doble moral y la hipocresía.

 

—¿Por qué decidiste que el texto sea de libre acceso?

—En síntesis podría decirse que se dio así porque lo envié a muchas, una docena de editoriales (grandes y chicas), y por alguna razón no se concretaba la aceptación y el contrato del libro. En general, los editores suelen no responder y dejan esperando al autor que se convierte en un trapo. Decidí, entonces, pagar mi edición y tampoco salía por lo que fácil y literalmente me harté, pensé “lo que yo quiero es que me lean, no me interesa ganar dinero con un libro y sobre todo con éste que es de militancia y de debate”. Me di cuenta entonces que tenía que cambiar de código y lo colgué inmediatamente en la página www.pachami.com y listo.

 

“Éste es un libro en contra de la hipocresía y la doble moral. Es un libro en contra de las mentiras. En este mundo desbordado de violencia, en el que la vida es devaluada, ¿cuánta gente mata gente? Mucha gente lo hace minuto a minuto. Se puede matar de muchas maneras y esta sociedad, esta cultura mata de muchas maneras y mata mucho, descarta, excluye, abandona, niega. No se debe matar, pero se mata, directa o indirectamente, en guerras, genocidios, en políticas económicas que lentamente matan, por prejuicios raciales, por odio, por corrupción, por abandono, por rechazo, por complicidad y silencio, por egoísmo, por indiferencia, por venganza, por mala praxis, por accidente, muertes y muertes que se podrían evitar y no se evitan. Por eso hay tanta gente muerta caminando por la calle”, escribe Liliana Mizrahi en el capítulo tres.

 

Cabe destacar que en la primera semana hubo 7.000 entradas y 500 personas lo bajaron y lo imprimieron. “Estoy feliz porque sé que me están leyendo”, explicó la autora del libro que realizó con material recabado durante toda su militancia feminista.

 

“¿Por qué tengo que honrar a un padre que me violó y abusó de mí cinco años seguidos y me amenazó?, ¿por qué debo honrar a mi madre que cuando se lo dije me gritó que yo le destruía la familia?, y en eso aparece mi hermana, que también era abusada y mucho tiempo después me di cuenta que mi madre escuchaba lo que pasaba y se iba ¿Y era parte de todo lo siniestro que viví? ¿Por qué voy a honrar a padres que a los 17 años me echaron de mi casa, por las cosas reales y verdaderas que decía de mi padre? ¿Y mi madre quién es, quién es esa señora que no quiso creerme cuando sabía que era verdad lo que decía? ¿Y a mí quién me honra?”, cuenta uno de los testimonios expuestos en el libro.

 

—¿Creés que estas historias pueden servir para que los lectores que se identifiquen puedan entender qué les pasa con ciertos temas?

—Los testimonios e historias de pacientes son reales, son espejos en los que el lect@r se refleja. Yo creo que pueden ser de gran ayuda por esto de “lo personal es político” y además en esa identificación el lect@r sabe que no está solo, que a otros también les pasó; se entera que hay grupos de autoayuda, encuentra puertas, puentes. Por otro lado, el lect@r que no se identifica, se informa y se entera de estos crímenes sociales.

 

 

El patriarcado y la subordinación

“El patriarcado no designa sólo una forma de familia fundada en el parentesco masculino y el poder paterno, sino que designa toda estructura social fundada en el poder del padre. En el patriarcado primitivo, los padres intercambiaban hijas por nueras o los hermanos intercambiaban a sus hermanas por esposas. Las mujeres eran bienes de intercambio. El patriarcado es la institucionalización del dominio masculino sobre varones, mujeres y niños en la familia y la extensión del dominio masculino sobre las mujeres a la sociedad en general”, dice Liliana en el libro.

 

—Hablás de la subordinación ancestral de las mujeres ¿entendés que aún está impuesta?

—La subordinación de la mujer es un hecho cultural interiorizado, incorporado, o sea, ya lo tenemos en el cuerpo. Todavía está y se lo puede ver y leer en conductas, en respuestas, en la culpa de las mujeres. Vivimos todavía en un patriarcado que debemos identificar para así entender sus costos para las mujeres y los niños.

 

Otro de los temas que plantea el libro Mujeres Libres y Crímenes Sociales tiene relación con la maternidad como construcción social y en ese contexto Mizrahi afirma: “La maternidad no es obligatoria ni forzosa como nos hacen creer que es y creemos. La maternidad está implícita en la vida y en la educación de las mujeres desde niñas”.

 

—¿Porqué decís que “la maternidad está implícita en la mujer”?

—La maternidad, que es un hecho biológico propio de la fisiología femenina es también una construcción cultural que va cambiando con el tiempo, pero donde siempre nos depositan y cargan con exigencias y mandatos que casi nunca alcanzamos a cumplir y nos llenamos de culpa. La culpa es un instrumento muy afilado para subordinar a las madres y mantenernos controladas. En la actualidad la subordinación se sostiene por la ausencia de conciencia de género de muchas mujeres.

 

—¿Creés que ese modelo de “madre ideal”, al que hacés referencia, es el que hoy perturba a muchas mujeres que se sienten “sobreexigidas”?

—Ese modelo idealizado de madre actual es nocivo, la súper madre, las madres jóvenes que crían, gestan, trabajan, son jóvenes y tienen mucho por vivir, además son responsables del hogar. Este estrés induce estados emocionales exagerados donde hay sufrimiento psicológico que se deposita en el vínculo de pareja y lo deteriora y también pesa en la relación con los hijos.

 


Puede enviar correo a: lmizrahi@pachami.com

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