por Liliana Mizrahi |
Los corazones inteligentes no rechazan la realidad, pero a veces se rompen de dolor. Nadie profanará tu sueño, Renée: encontrar a tus hijos, Luis, Claudio y Lita. Renée: hemos recogido tus cosas, tu ejemplo de coraje, tus banderas de libertad, tu lucha, tu compromiso con la verdad, tu voluntad para sobrevivir y dar incansable testimonio de la tragedia argentina. Defendiste juicios ciertos, trabajaste por la paz, buscaste justicia hasta quedar sin aliento, luchaste en contra de la mentira y la opresión. Renée: aprendí de vos a renovar la libertad ante tanta mentira y decepción, a transformar el dolor más terrible en lucha histórica, a sostener el testimonio trascendente, universal. Renée: la Argentina está sucia de guerra y corrupción en casi todo el horizonte, por virtud de la mala memoria, por el mentidero de tanto funcionario engreído con banda y escarapela y la milicada que todavía macera veneno. Todos esos si, eximidos de responder, de devolver, porque el tránsito del poder a la Justicia no es frecuente en este país. Nos desvalijaron la memoria, arrancaron los quicios de las puertas, descuajaron los cimientos de nuestras casas. Renée, descansá, descansa, los que nos reconocemos como tus herederos naturales continuaremos tu búsqueda de justicia, porque nos enseñaste y comprendimos que ésa es la única paz posible. El significado profundo de tu lucha y tu existencia perdura en todos los que queremos preservar la dignidad argentina. Renée querida: tu amistad fue un gran aprendizaje para mí, me reparó, me enseñó a leer la hipocresía política que nos enferma a diario y fue un consuelo en medio de las tinieblas e indignidad de nuestro país. Buen viaje Renée, no temas, vos y tus chicos van a entrar por la puerta de los justos, porque ustedes fueron rectos de camino y como dice el salmo 33 "a los rectos corresponden las alabanzas". Yo agradezco haber tenido el privilegio de tu amistad, los conciertos que disfrutamos juntas y cómo nos reíamos tocando el piano. Descansa Renée, lo mereces; la herencia que nos confiaste está cuidada y continuará. Buen viaje, Madre, gracias por tu ejemplo.
*Renée Epelbaum fue una de las fundadoras de las Madres de Plaza de Mayo. Sus tres hijos desaparecieron.